UN BACHE EN LA META
Gran golpe para el Sevilla en casa, cayendo derrotado ante el Athletic pese a hacer un gran partido y méritos para ganar, lo cual le deja prácticamente fuera de la lucha por esa liga soñada.
Los de Nervión habían dejado claro por activa y por pasiva que nadie se podía olvidar de ellos, que la liga estaba disputada por 4 y no por 3, y con esa premisa saltaron al Sánchez Pizjuan, dejando una primera media hora impoluta y un partido en general muy completo y sólido.
El Athletic, en cambio, presa de las bajas y víctima de un excelente juego de los de Lopetegui, se vio mucho más rezagado y achicando aguas, salvando alguna que otra buena ocasión de Asier Villalibre y alguna jugada que está cerca de concretarse sin más peligro.
Unai Simón fue un quebradero de cabeza para los hispalenses, y no es para menos, puesto que firmó una de sus mejores actuaciones como león, dejando seco a un En-Nesiry muy en forma. Polémica también en una posible mano en el área de Balenziaga, en lo que entiende el árbitro que es una acción involuntaria por lo que decide no señalarla.
El final del partido con un Sevilla volcado fue lo que permitió soñar al Athletic a base de contras, primero con un excelente recurso técnico de Nico Williams en lo que sería el primero, pero posteriormente anulado por posición adelantada, y poco después con una contra llevada a cabo de manera excepcional por Sancet y terminada a la perfección por Iñaki Williams.
Duro de ver que un equipo como el Sevilla se lleve este palo, ya que hizo soñar a los otros 17 e hizo ver que una liga de los de abajo es posible, que los líderes están débiles y se puede aspirar más alto, y es algo que nos llevaremos de esta temporada sea cual sea la clasificación final.
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