GRACIAS POR TODO, LEO.

Hoy, casi 17 años después de su debut, Messi ha tenido que despedirse del Barça, el club de su vida.

Entre lágrimas y en una rueda de prensa en la que apenas estaban presentes sus compañeros y algunos periodistas. Un escenario muy lejano del que imaginábamos y del que merecía la despedida del mejor jugador de la historia del club. Quién no había pensado en un último partido con el Camp Nou lleno y entregado a su máximo ídolo. Duele que no haya sido así.

Muchos discuten sobre quién ha sido el culpable de todo esto. Que si Laporta, Tebas, el propio Messi... En el fondo no es otro que un señor, que ahora está en su casa, pero espero que pronto esté sentando en el banquillo de un juzgado. La marcha de Leo es la consecuencia final de la pésima gestión de la junta de Josep María Bartomeu. Los culés no se lo perdonaremos en la vida.

Messi se marcha del Barcelona dejando innumerables títulos y registros difíciles de igualar. Logró 37 títulos con el FC Barcelona, siendo diez los de LaLiga, siete Copa del Rey, ocho Supercopa de España, cuatro Champions League, tres Supercopa de Europa y tres Mundial de Clubes.

Estos títulos son solo una parte de su legado, la más significativa estará por siempre en la retina de todos los culés y de todos los que hemos tenido la gran suerte de disfrutar con su fútbol. Las sonrisas que nos ha sacado, las veces que nos ha hecho levantar del sofá con las manos en la cabeza, por todo lo que nos ha hecho sentir... Por todo eso, el legado de Messi es eterno.

Yo, como imagino que muchos de vosotros, he tenido la suerte de ver siempre un Barça con Messi. Ahora hay que acostumbrarse a ver a un Barça sin Leo, un Leo sin Barça. Va a costar, mucho.

Con él se va una parte de nosotros, pero también una parte de él se queda con todos. Visca el Barça y visca Messi.

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