ANÁLISIS: SERIE B

El fútbol italiano hace años que perdió competitividad en la pelea por el escudetto. Con la caída del Milán, la mala gestión de la Roma y la poca fortuna del Napoli, tan solo Inter y Juventus han competido regularmente por el título. Esto se extiende a la Serie B, donde el nivel futbolístico ha bajado de manera considerable debido a la refundación de varios clubes como el Palermo, el Hellas Verona o el Bari. 

Aún así, esta categoría siempre deja sorpresas, como es el caso del Venezia la temporada pasada. Un equipo hecho para mantenerse en Serie B, que, de manera casi milagrosa, logró ascender de categoría y poner en el mapa futbolístico a la bella ciudad de los canales. Las puertas de la Serie A también se abrieron para Spezia y Salernitana.

En la segunda categoría italiana todavía se respira el fútbol más puro. El fútbol del pueblo. Estadios a medio derruir que los tifosi llenan todos los fines de semanas con tal de ver a su equipo celebrar un gol. Este es el caso del Pisa, un club de una ciudad no muy futbolera, que, sin embargo, levanta fervientes pasiones entre aquellos que acuden cada fin de semana al Stadio Romeo Anconetani. En este arranque es el líder de la competición y si logra mantener su momento de forma, pronto podremos verlo en la Serie A. Su jugador estrella es Lorenzo Lucca, quien a su vez es el máximo goleador de la división. 

Le sigue los pasos el Cremonese, que se ha reforzado bien en verano y sueña con regresar a la máxima competición del país, al igual que Brescia y Lecce, otros dos equipos que año tras año están sumidos en la pelea por el ascenso, pues no hace mucho de su última participación en Serie A. En esta ocasión lo volverán a intentar, aunque tendrán una competencia feroz, pues el Benevento también sueña regresar a la élite. A esta competición han vuelto equipos historicos como la Reggina (primer equipo de Reggio Emilia en cuanto a afición) o el Como, que pasó por unas muy serias dificultades económicas.

Si a principio de temporada había un favorito, ese era el Parma. El equipo del Ennio Tardini descendió la temporada pasada debido a una mala gestión en ambos mercados y cayó con sus huesos de nuevo en Serie B desde su refundación. Gianluigi Buffon o Franco Vázquez cogieron las maletas y volaron hasta la ciudad italiana para devolver al equipo a la categoría que merece, pero su comienzo no ha sido del todo bueno. Les tocará remontar si quieren terminar el año con opciones de ascenso. 

Otro gran proyecto en lo económico es el Monza. Esta ciudad, muy próxima a Milán y conocida por su circuito de automovilismo, lleva mucho tiempo necesitada de fútbol y Berlusconni ha llegado para remediarlo. El ex presidente de la República de Italia y del AC Milan, adquirió el club junto a Andrea Galliani y juntos crearon un ambicioso proyecto que ya fracasó la temporada pasada y que parece seguir el mismo camino en esta campaña. 

Pese a que los equipos pequeños también tienen cabida en la categoría, este año lo están pasando realmente mal. Es el caso de Pordenone, una pequeña ciudad que ve estar en Serie B como un sueño cumplido, pero que se está pegando de bruces con la realidad, pues solo lleva un punto de 21 posibles. Lo mismo le ocurre al Vicenza, que no mejora demasiado sus cifras. 

Si algo es innegable es que esta categoría rebosa talento. Cuenta desde delanteros como Lapadula, Rodrigo Palacio o Dany Mota a otras demarcaciones como Buffon, Franco Vázquez o Hetemaj. Incluso con jóvenes como Colombo y Salvatore Espósito, las dos grandes promesas de la SPAL que, dirigidas por el español Pep Clotet, intentarán aupar al histórico club de Ferrara. La Serie B es todo un mundo por descubrir.

📝 | Álvaro Mateo

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