EL LÍDER BELGA INESPERADO

El fútbol belga dejó de ser importante en Europa hace ya mucho tiempo. Pese a ser un país con una alta esperanza de vida, un buen PIB y un comportamiento de la gente ejemplar, el deporte del balompié ha ido perdiendo cada vez más fuerza.

Atrás quedan las gestas europeas de Anderlecht, Standard de Lieja o Brujas. El primero de ellos lleva bastantes años de transición comprobando cómo Gent o Antwerp han pasado por encima de ellos durante los últimos años. El Standard tampoco es lo que era. El equipo de Lieja, una preciosa ciudad, pasa actualmente por uno de sus peores momentos de su historia, pues marchan decimoterceros en la Jupiler Pro League.  

Con la imprecisión y poca regularidad de los grandes, hay un equipo que ha aprovechado este impasse para destacar por encima de los demás. Poca gente habrá oído hablar del Union Saint-Gilloise, pero en los años 30 fue el club más exitoso del país, cosechando 11 ligas belgas y 2 copas. Desde ese momento hasta ahora, la más absoluta nada. Tras los títulos y ser un club llamado ascensor hasta los años 80, donde llegó a descender al cuarto nivel del fútbol belga. No fue un habitual del fútbol profesional hasta la temporada 2003/2004, donde llegó a la 1B Pro League, segunda categoría.

El gran punto de inflexión fue la llegada de Tony Bloom, empresario inglés que hizo su fortuna con el poker, el popular juego de cartas. Quizás os suene, pues también es dueño del Brighton and Hove Albion inglés. En su presentación fue lo más ambicioso posible, retornar al club lo antes posible a la élite del fútbol belga. Pese a la promesa, tardó más de lo esperado. En la primera temporada se mantuvo sin problemas; en la segunda, llegó a semifinales de copa dejando fuera a Anderletch y Genk; y a la tercera temporada fue la vencida. El inglés reforzó el equipo de sobremanera y consiguió quedar campeón con 18 puntos de ventaja, consiguiendo así el ansiado ascenso. El objetivo del equipo era mantener la categoría con suficiencia, pero no esperaban rendir al nivel actual. 

Deniz Undav ha sido el gran protagonista de esta primera vuelta. Con 20 tantos en 26 encuentros, el delantero alemán ha conseguido ser fichado por el Brighton, aunque el conjunto inglés lo ha dejado cedido en su club de origen hasta final de temporada. También ha recibido del Brighton la cesión de Kacper Kozlowski, una joven perla polaca que se va a foguear en Bélgica hasta que esté listo para su salto a Premier League. Y es que la plantilla es una amalgama de nacionalidades, pues desde Malta hasta Costa de Marfil conforman un equipo que funciona a las mil maravillas. Felice Mazzu ha conseguido que, con un juego quizás no muy vistoso, los goles caigan solos y ya saquen más de diez puntos a su perseguidor, el Antwerp.

Por el momento tienen la plaza europea más que consolidada, y eso para un recién ascendido es un logro descomunal. ¿Podrán terminar la temporada como líderes y empezar un nuevo reinado en Bélgica?

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